(318 palabras) Sergey Yesenin - "el primer poeta de la aldea". En sus poemas, el lector siempre puede oler los abedules, sentir el susurro de la hierba bajo sus pies. El pueblo es la principal fuente de inspiración del poeta. Entonces, los amados paisajes rurales también se reflejan en el trabajo en el que el héroe lírico plantea preguntas filosóficas: "No me arrepiento, no llamo, no lloro".
Un poema lleno de pesar por los errores del pasado, lleno de amargura, escribió Yesenin con solo 26 años. En 1921 (la fecha de escribir el poema "No me arrepiento, no llamo, no lloro"), el poeta ya resumió el tiempo que pasó en la tierra. No es casualidad que estemos leyendo las líneas de una persona mayor. Yesenin tuvo que pasar por muchos eventos difíciles en su vida, fue testigo de escenas crueles, varios trastornos revolucionarios ocurrieron ante sus ojos en Rusia. A los 26 años, ya sentía que se había vuelto obsoleto "su término", habiendo perdido interés en la vida.
El trabajo de Sergei Yesenin nunca fluyó en línea con una dirección literaria particular. El más completo describe el estilo del poeta de la "cabaña de troncos de oro" es un término que apareció en los años 1910-1920. - "Nuevos poetas campesinos". En el poema analizado, a menudo se pueden ver paisajes rurales, imágenes del pueblo. El héroe lírico experimenta los sentimientos más brillantes y sinceros por la naturaleza.
El género del poema "No me arrepiento, no llamo, no lloro" es una elegía. El héroe lírico reflexiona sobre la juventud perdida, sobre la fugacidad de la vida. Tristemente acepta la inevitabilidad de su partida, se da cuenta de que es imposible detener el tiempo. El poema está escrito por yámbico de cinco pies, rima - cruz.
El poema consta de cinco cuartetas. En los primeros cuatro, el héroe lírico se sumerge en los recuerdos: se da cuenta de que su corazón era diferente antes, que el fuego en sus ojos desapareció y su juventud pasó irremediablemente. La vida pasó imperceptiblemente más allá de él, la emoción anterior desapareció. En la cuarteta final, el héroe lírico expande los límites: ya habla de toda la humanidad, sobre la corrupción. El héroe admite que todos nos iremos inevitablemente, todo lo que queda es agradecer el hecho de que tuvimos que "procesar y morir".
Realmente me gustó este trabajo, porque en él descubrí la fuente de la sabiduría. Todos los pensamientos del poeta resonaron en mi corazón y me ayudaron a desentrañar la maraña de contradicciones internas en una hora cuando era realmente necesario.