(264 palabras) El nombre de Alexander Sergeyevich Pushkin desde la infancia es familiar para todos los niños. Primero, nos leen sus cuentos, luego nosotros mismos ya participamos en cuentos y poemas. Es este autor quien es considerado el creador de la lengua literaria rusa en su forma moderna, porque una vez dio vuelta a las ideas de sus contemporáneos sobre las posibilidades del habla nativa. Por lo tanto, no se puede sobreestimar la importancia de Alexander Sergeevich para la literatura nacional.
El repertorio creativo de Alexander Sergeyevich incluye 14 poemas, la primera novela en poemas "Eugene Onegin", 6 obras dramáticas, 7 cuentos de hadas, muchas novelas y poemas. Pushkin escribe sobre el amor y la amistad, sobre la Patria y sobre la vida del pueblo ruso. El lenguaje de sus obras es comprensible para todos, preciso y expresivo. Se presta mucha atención al problema del "hombrecito" (por ejemplo, en el "Guardián de la Estación"), la imagen de una mujer rusa (Tatyana Larina de "Eugene Onegin") y el hombre en general. La poesía de Pushkin, el poeta, principalmente el amor, no deja a nadie indiferente. En versos, busca respuestas a las preguntas eternas de este sentimiento, enseña cómo lidiar con los fracasos y sobrevivir a las brechas. Su héroe lírico siempre parece estar inflamado de emociones, pasión y compasión. Debido a la increíble ligereza y melodía del lenguaje, muchas obras líricas se pusieron a la música. Las letras del paisaje de Pushkin están llenas de avatares. En las descripciones de la naturaleza entre líneas se lee amor por su tierra natal y orgullo por la belleza de su tierra natal. La letra filosófica de Alexander Sergeevich plantea los problemas del poeta y la poesía, el tiempo y la eternidad, la libertad y la lucha por ella.
Pushkin es uno de los primeros poetas del siglo 18 que estuvo realmente cerca de su gente, entendió a la gente común y enseñó esto a otros. No solo era un gran maestro de las palabras, sino también un esposo amoroso, un conocedor de la belleza femenina, un verdadero amigo, un luchador por la libertad, un duelista, un ermitaño y un juerguista ocioso. Y precisamente por esto amamos a Pushkin. ¡Porque él era real!