La "disuasión" de E. Baratynsky se debe en gran parte a M. Glinka, el autor de la interpretación musical de la obra. Pero también como poema independiente, ocupa un lugar especial en el paradigma de la elegía romántica.
Historia de la creacion
El asesinato es uno de los primeros poemas de Baratynsky. Fue publicado en 1821, cuando el autor estaba en el servicio militar. Elegy fue escrito en su juventud bajo la impresión de los primeros sentimientos románticos por su primo Varvara Kuchina.
Las cartas mencionan sus paseos, cenas conjuntas en la finca Mara. Pero este amor inocente no tuvo continuación. Baratynsky se casó en 1826 con Anastasia Engelnardt.
Género, tamaño, dirección
E. Baratynsky es un representante del romanticismo temprano en la literatura rusa. Esta tendencia comenzó a desarrollarse en Europa, tomando prestada su sensualidad del sentimentalismo. La tradición elegía se desarrolló muy activamente durante este período. En la literatura rusa, Baratynsky fue uno de los primeros en trabajar en este género. Sus compañeros escritores fueron Pushkin, Zhukovsky, Davydov, Lermontov. Todos ellos se sintieron atraídos, incluida la elegía, con su contenido lírico y sublime. El trabajo más cercano de Baratynsky puede considerarse un poema de D. Davydov “Romance (1834). Las obras son similares por muchas razones y en forma, pero aún son independientes entre sí.
Baratynsky elige para "Reversal" un yámbico de cuatro pies, un tamaño que acerca el verso al habla coloquial natural. Quizás esta fue la razón por la cual M. Glinka escribió la música del romance, nombrada en la primera línea de la obra.
Sujeto y problemas
Para Baratynsky, el romanticismo fue muy orgánico. Los contemporáneos notan en él una tendencia a la decepción, la insatisfacción con la vida. El poema impregna estos temas. El héroe lírico intenta, por así decirlo, desconectarse del mundo exterior, cruel e injusto. Logra este efecto al consumir repetidamente la partícula "no", y especialmente por la anáfora al comienzo de la segunda cuarteta, "Realmente no creo".
Los problemas de la elegía son sueños colapsados que hacen que el héroe lírico huya a ninguna parte. Él vio la única salvación en el olvido. Y aquí surge una romántica doble cara: realidad y sueño. Solo la "calma" puede consolar a un corazón que sufre.
Sentido
La idea del trabajo es encontrar la paz fuera de la realidad cruda existente. El héroe lírico no quiere la muerte, pero quiere permanecer en un sueño, donde, tal vez, hasta ahora, como en una especie de realidad paralela, viven viejos sueños.
Nega es la única esperanza del personaje, la única forma en que recuperará vitalidad y superará su "anhelo ciego". Ya es imposible encarnar el amor, todo lo que queda es imaginarlo, apreciar su recuerdo en un mundo ideal e ilusorio.