Amor. Solo dos sílabas. Una palabra tan simple que significa mucho. Pero, ¿qué esconde en sí mismo? Ni un solo científico en todo el mundo ha podido explicar completamente el fenómeno del sentimiento, que enloquece a las personas durante siglos. A.P. Chéjov toca sutilmente este tema y nos cuenta una triste historia de amor con un final abierto, para que el propio lector pueda reflexionar sobre este tema.
No hay una larga reflexión sobre los sentimientos en la historia, solo una trama en la que se revelan las complejas relaciones de las personas enamoradas. El propio autor no se revela de ninguna manera, pero, sin embargo, nos plantea la cuestión del precio de la felicidad humana. ¿Todo hombre ha nacido para él? ¿Y vale la pena pensar en su propio bienestar sin temor a lastimar a otros? En la historia, dos amantes entienden que nunca pueden estar juntos. En primer lugar, viven con la intención de respetar la decencia. Esta posición se puede entender, porque Anna Alekseevna tendría que dejar a su esposo e hijos a su suerte para entregar su corazón a Alekhine. Esta historia recuerda un tanto vagamente la relación de Vladimir Mayakovsky con Lily Brik. Solo allí, los amantes no ocultaron sus sentimientos a todos. Pero Chéjov habló sobre personas de una era completamente diferente. En ese momento, la opinión pública era la estructura más importante, una persona no podía permitirse hacer el mal, de lo contrario perdería su posición. Por supuesto, había historias como "Anna Karenina" de L.N. Tolstoi, pero esto no significaba que todos pudieran hacer eso.
Chéjov nos lleva discretamente a la idea de que el amor es un sentimiento sagrado. Puede entrar en tu vida solo una vez y para siempre hacerte feliz. Por lo tanto, los prejuicios y la opinión pública no deberían desempeñar un papel especial en este asunto. Incluso el gran filósofo Carlos Castaneda dijo que es inútil pasar la vida en un solo camino, especialmente si este camino no tiene corazón.